Elementos que forman parte de un flujo de fondos o flujo de caja – La depreciación (Segunda parte)
El monto de impuestos directos, se agrega a los costos de operación e inversión para la conformación del flujo de fondos. La depreciación, sin embargo, no se registra como un costo para fines de la evaluación. Más bien, se resta en una primera instancia para calcular el ingreso neto gravable y los impuestos sobre la renta; luego, se vuelve a sumar para que no entre a la evaluación como costo.
En la evaluación de alternativas para seleccionar la de costo mínimo, se debe calcular la depreciación atribuible a cada alternativa, con el fin de analizar el monto deducible de impuestos. Los consecuentes ahorros en impuestos pueden registrarse como un ingreso (o una reducción en costos) de cada alternativa.
En resumen, se podría plantear que la depreciación tiene un papel fundamental en la evaluación financiera, aunque no representa costo. Su rol en el cálculo de los impuestos a la renta obliga a destacar los siguientes puntos sobre su utilización:
- El valor a ser depreciado es igual a un determinado porcentaje del costo histórico de comprar el activo y ponerlo en condiciones de trabajar en el proyecto. Dicho porcentaje se estipula en el régimen fiscal.
- El método de depreciación, el número de años en que se deprecia y el porcentaje del valor a ser depreciado son fijados por el estado.
- La depreciación no es relevante para la construcción del flujo de fondos de un proyecto que no esté sujeto al pago de impuestos sobre sus utilidades.
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